En 1979 Miguel Torres decidió instalarse en Chile, siendo una de las primeras bodegas extranjeras en apostar por el país. En esa época, la incorporación de nuevas tecnologías revolucionaron la industria local. Hoy en día, el legado de esta viña es incuestionable. Durante años he estado a cargo del Branding en la bodega desarrollando, principalmente, su identidad visual inspirada en la naturaleza y la producción sustentable.






